Punto de partida - Meeting Place - Punt de partida

Punto de partida -  Meeting Place - Punt de partida

lunes, 10 de septiembre de 2012


JIL VAN EYLE y ... ¡ TEAMING !

Castellano
Texto: Mercedes Salvador
Fotografías: Celia Miralles 

En Barcelona se reúnen los personajes más variopintos. Algunos llegan desde Europa en busca de sol para veranear y se enamoran de la calidez de la lengua, del clima y de los edificios gaudinianos. En alguna ocasión también se enamoran de alguna catalana o algún catalán.

Pero éste no fue exactamente el caso de Jil Van Eyle. A pesar de venir de Holanda a veranear a Lloret de Mar y de conocer a una catalana, los motivos por los que se trasladó a vivir a Barcelona, fueron muy diferentes. Tuvieron que ver con el nacimiento de su hija Mónica con una grave enfermedad llamada hidrocefalia. Aunque, con el tiempo, fue asesor de Frank Rikjaard y aprendió a hablar catalán, Jil hizo algo todavía más extraordinario. Algo de lo que queremos hablar aquí: la creación del concepto de Teaming.

En esta entrada quiero presentar a un personaje carismático y sincero, al que muchos conocen por las tierras catalanas, llamado Jil Van Eyle, y al libro que hemos escrito conjuntamente entre Jil y yo y, el equipo de Escritorial. En palabras de nuestra traductora Mariana Romo-Carmona:

“En la era de los expertos en telemarketing y de los conferenciantes motivacionales  que nos aconsejan en todo desde cómo perder peso hasta cómo mejorar nuestros planes de pensiones, es raro oír un mensaje simple y breve, sin intereses creados, ni productos que comprar al final de la charla.

Esto es precisamente lo que Jil Van Eyle, el fundador de Teaming, le está diciendo a los Europeos, Latino Americanos, y ahora a los Norte Americanos, “¿quieres ayudar a alguien? Aquí tienes una forma de hacerlo”.

La editorial Escritorial tiene algo menos de un año de existencia. Publicamos libros de poesía y narrativa de escritores multilingües que cruzan un imaginario puente entre Nueva York y Barcelona –las ciudades que más nos apasionan-. Este verano, hemos tenido la ocasión de conocer a una gran persona, Jil Van Eyle, un ex-ejecutivo de 45 años, delgado, no particularmente alto, con brillantes ojos azules, que vive en Barcelona con su familia.

A medida que conocíamos la historia de Jil y de Teaming, se hacían aparentes algunos paralelismos con nuestra editorial, Escritorial. Porque, como editores, nosotros también creemos en la idea de trabajar en un equipo en que todos sabemos cómo hacer muchas cosas diferentes: hablamos varios idiomas, editamos, traducimos, desarrollamos el diseño gráfico, y nos ocupamos de la distribución y las ventas. No sabríamos cómo trabajar de otra manera. Para Jil, que siempre ha trabajado en equipo, y es un ávido fan del Futbol Club Barcelona, la estrategia para crear una organización sin oficina ni cuenta bancaria ha sido la de apoyar a la gente que metafóricamente puede jugar en cualquier posición –mediocampista, defensa, o delantero,- de forma que todo el mundo meta goles.

También creemos que hacer cosas para los demás con un corazón abierto es la mejor forma de ser creativo, y de disfrutar la vida, y por ello ponemos nuestro corazón y nuestra alma en todo lo que hacemos.

No siempre tenemos la oportunidad de hacer algo importante en el mundo. Muchos de nosotros estamos comprometidos con la construcción de un mundo mejor, pero es muy fácil desanimarse cuando el dolor de la guerra, del hambre, de la violencia, los problemas que nosotros mismos creamos, se suman o se añaden a los eventos que no podemos cambiar como los desastres naturales. Cuando Haití sufrió el terremoto, parte de la desesperación de aquellos que querían ayudar pudo venir de un sentimiento de impotencia, de que somos demasiado pequeños para hacer nada efectivo. ¿Sólo las estrellas de cine, o las grandes fundaciones pueden ayudar a cambiar las vidas de las personas? Todos queremos contribuir de una forma concreta porque sabemos que es nuestro deber como seres humanos.

Por ello, como una forma de practicar lo que predicamos, mientras trabajábamos en la publicación de este libro, los miembros de Escritorial nos sumamos a Teaming USA. Puedo hablar por mí misma, como traductora en el proyecto, sobre lo que me pasó cuando me uní. El ayudar a pasar del castellano al inglés la historia de la hija de Jil, Mónica, que nació con hidrocefalia, fue una experiencia emotiva. Trabajar con nuestra fotógrafa, Celia Miralles, que hizo las fotos que irían en la portada y contraportada  del libro, fue también muy emotivo. Las imágenes de Mónica me motivaron a ayudar a alguien. Leí en la página web de Teaming USA que es bueno trabajar por una causa en la que crees, próxima a tu corazón, y eso es lo que hice. Primero creé un grupo Teaming para apoyar la prevención de los suicidios de chicos y chicas adolescentes homosexuales, lesbianas, y transexuales, pertenecientes a minorías étnicas que no tienen a quien acudir. Realicé mi primera donación de un dólar al grupo y escribí un email a todos mis amigos y conocidos en Facebook, Twitter, y tumblr. Y entonces, ocurrió algo mágico. Cómo había estado sentada enfrente del ordenador toda la tarde, respiré profundamente, e hice unos pocos estiramientos, para poder volver a trabajar en el libro. Pero sentí un bienestar tan grande, que de repente, me levanté y bailé. Me descubrí sonriendo, y haciendo espirales a la pata coja frente al ordenador. Esa pequeña donación ya había tenido una influencia positiva en mi propia vida, y eso que el libro no estaba acabado todavía.

El Dalai Lama habla a menudo de la compasión en una forma que es completamente accesible a las personas que le escuchan en todas partes del mundo: nuestra compasión hacia un solo individuo irradia hacia el exterior, y da forma a nuestras acciones hacia los demás. Irónicamente, la ciencia ha sido uno de los mejores aliados en la confirmación del valor de practicar la compasión como una forma de vida, y el Dalai Lama apoya el trabajo de la neurociencia y de la psicología que prueba esos beneficios. En efecto, hoy en día, publicar libros, entrenar un equipo de fútbol, o llevar un mensaje de paz y compasión por todo el mundo puede ser un tema muy técnico. Pero ayudar a otra persona y sentir ganas de bailar no tiene por qué serlo. Esa es la razón por la que Escritorial publica este libro sobre Teaming. Algo tan simple ha empezado a generar millones de micro donaciones que están cambiando miles de vidas. Por ello queremos presentarte a Jil Van Eyle y explicarte la historia de Teaming.”    


Mariana Romo-Carmona, Escritorial Press - New York Barcelona
Nueva York, 7 de Agosto de 2012

"Monica's Dream", título de la obra escrita en inglés. Puedes adquirirla en la siguiente dirección:



                  JIL VAN EYLE and ... TEAMING!

English
Text: Mercedes Salvador
Photografies: Celia Miralles
Translation: Mariana Romo-Carmona 
 
Barcelona is a place that abounds with colorful people. Some come from Europe on vacation searching for the sun, and the fall in love with the warmth of the language, the climate, and the Gaudí buildings. Sometimes they also fall in love with a Catalonian- perhaps because of the endless possibilities! 

But that is not exactly the case of Jil Van Eyle, although he did come from Holland on holiday to Lloret de Mar and met one Catalonian, and then another, the motives for moving to Barcelona were very different. They had to do with the birth of his daughter Mónica who was born with a serious illness called hydrocephalus. Besides, in time he became an assistant to Frank Rijkaard and he learned to speak Catalan, and out of all these experiences Jil created a new concept and did something even more extraordinary than what we want to want to talk about here: the creation of the concept call Teaming.

In this post, I want to introduce a charismatic and sincere character, that many people know in the area named Jil Van Eyle, and the book that we have written in collaboration, between Jil and me, and the Escritorial team.

In words of our translator Mariana Romo-Carmona:

“In the age of telemarketers and motivational speakers on everything, from losing weight to improving retirement portfolios, it is unusual to hear a message that is simple and brief, with no strings attached and no products to buy at the end of the presentation.

Yet, this is precisely what Jil Van Eyle, the founder of Teaming, is telling people in Europe, Latin America, and now the U.S., "Do you want to help someone? Here is a way to do it."

Escritorial Press has only been around for a little over a year. We publish books of poetry and narrative by multilingual writers who inhabit an imaginary bridge between New York and Barcelona-- the cities we love most. This summer, 2012, we had a chance to meet Jil Van Eyle, a former executive, a very nice guy from Holland, 45 years old, thin, not particularly tall, with bright blue eyes, who lives in Barcelona with his family.

Along with another small press, Códice, which is even newer than our press, he wanted us to publish a book about his micro donation funding initiative, Teaming.

As we got to know the story of Teaming, some parallels between Escritorial and Teaming became apparent. For one thing, as editors and writers we also believe in the concept of working in a team where all of us know how to do many different things: we speak several languages, we edit and translate, we do graphic design, and take care of distribution and sales. We would not know how to work otherwise. For Jil, who has always been a team worker and is an avid fan of the Barcelona soccer team, the strategy for creating an organization without an office or a bank account has been to support people who can play any position- midfielder, forward, or defender, so that everyone scores a goal.

We also believe that doing things for others with an open heart is the best way to be creative, to enjoy life, and we do put our heart and soul into everything we do. In 2011, when we published the poetry collection by Noemí Trujillo Giacomelli, La muchacha de los ojos tristes, the most rewarding aspect was knowing that the poet would be happy with her book. As we completed each translation, Noemí was delighted. She wrote to thank us when the bilingual edition of The Girl With Sadness In Her Eyes was printed, and Noemí was able to read her poems in Barcelona for the first time. Her heartfelt emails practically made us cry.

We don't always have the opportunity to do something important in the world. Many of us are committed to social change, but it is very easy to become discouraged when the sorrow of war, of famine, of violence, the ills of our own making, are added to the events we cannot change, as are natural disasters. When the earthquake struck Haiti, part of the desperation for those who wanted to help may have come from a sense of  impotence that we are too small to do anything of value. Is it only movie stars or big foundations who can make a change in people's lives? We all want to do something concrete because we know it's the right thing to do.

For this reason, as a way to practice what we preach, the editors of Escritorial joined Teaming USA in the course of producing this book. I can speak for myself, as translator in the project, about what happened to me when I joined. Helping to bring from Spanish to English the story of Jil's daughter, Mónica, who was born with hydrocephalus, was an emotional experience. Working with our photographer, Celia Miralles who took the photos that would be on the cover and back cover of the book, was also very moving. Seeing the images of Mónica motivated me to want to help someone. I read on the Teaming USA website that it's good to work for a cause we believe in, a cause that is close to our hearts, and I did just that. First, I started a Teaming group for suicide prevention efforts on behalf of lesbian and gay adolescents of color, LGBTQ young people in the U.S. who have no one to turn to. I donated my first dollar to the group and wrote an email to my friends, and all the people I know on Facebook, twitter, tumblr- everyone. And then, something amazing happened. Since I had been working on the computer for several hours, I took a deep breath and stretched a bit so I could get back to work on this book. But I had such a sense of well being, I suddenly felt like I had to get up and dance. I found myself smiling, and twirling on one foot in front of the computer. Just that small gesture had made a difference in my own life, and the book wasn't even done yet!

The Dalai Lama often speaks about compassion in a way that is completely accessible to listeners all over the world: our experience of compassion towards a single individual radiates outwards, and shapes our actions towards other people. Ironically, science has been one of the best allies in spreading the news about the value of practicing compassion as a way of life, and the Dalai Lama supports the work of neuroscience and psychology research that proves these benefits. Indeed, today making books, coaching soccer, or carrying a message of peace and compassion throughout the world can be a very technical business. But helping one other person and feeling like dancing afterwards doesn't have to be. That's why we at Escritorial are bringing out this book about Teaming. Something so simple has started to generate millions of micro donations that  are changing thousands of lives. That's why we want to introduce you to Jil Van Eyle, and tell you the story of Teaming.”

Mariana Romo-Carmona, Escritorial Press - New York Barcelona
New York City, August 7, 2012

"Monica's Dream", title of the work written in english. You can buy it in the following direction:


                                      JIL VAN EYLE i ... TEAMING ! 


Català
Text: Mercedes Salvador
Traducció i fotografies: Cèlia Miralles
 
Barcelona reuneix els personatges més diversos. Alguns arriben d'Europa a la recerca del sol per passar l'estiu i cauen enamorats amb la calidesa de la llengua, el clima i edificis de Gaudí. En ocasions, també s’enamoren d’alguna catalana o algun català.

Però aquest no va ser exactament el cas del Jil Van Eyle. Encara que va venir d'Holanda a passar l'estiu a Lloret de Mar, i de conèixer a una catalana, les raons per les quals es va traslladar a viure a Barcelona, van ser molt diferents. Van tenir a veure amb el naixement de la seva filla Mònica amb una infermetat greu anomenada hidrocefàlia. Encara que amb el temps, va ser assessor del Frank Rikjaard i va aprendre a parlar el català, Jil va fer una cosa encara més especial. De la qual cosa us volem parlar ara: la creació del concepte de Teaming.

En aquesta publicació vull presentar-vos a una persona amb un caràcter carismàtic i sincer, a qui molts ja coneixen en les terres catalanes, anomenat Jil Van Eyle i, al llibre que hem escrit plegats entre el Jil i jo i, l’equip d’Escritorial. En paraules de la nostra traductora Mariana Romo-Carmona

“En l’època dels experts del Telemàrqueting i dels oradors motivacionals que ens aconsellen en tot, des de com perdre pes a com millorar els nostres plans de pensions, es fa estrany sentir un missatge simple i breu, sense interessos creats o productes a comprar al final de la xerrada. 

Això és precisament el que el Jil Van Eyle, el fundador de Teaming, està dient a la Unió Europea, Amèrica Llatina, i ara als nord-Americans, "vols ajudar a algú?" "Aquí tens una manera de fer això".

La nostra editorial, Escritorial, té menys d'un any d'existència. Publiquem llibres de poesia i narrativa d'escriptors multilingües que creuen un pont imaginari entre Nova York i Barcelona -les ciutats que més ens apassionen-. Aquest estiu, hem tingut l'oportunitat de conèixer a una gran persona, el Jil Van Eyle, un executiu de 45 anys, prim, no particularment alt, amb ulls blaus brillants, que viu a Barcelona amb la seva família.

Tal com anàvem coneixent la història del Jil i de Teaming, es feien aparents alguns paral·lelismes amb la nostra editorial, Escritorial. Perquè com editors, també creiem en la idea del treball en equip en el qual tots nosaltres sabem com fer moltes coses diferents: parlem diferents idiomes, editem, traduïm, desenvolupem el disseny gràfic, i ens encarreguem de la distribució i les vendes. No sabríem com treballar d'una manera diferent. Per al Jil, que sempre ha treballat com a equip, i és un àvid admirador del Futbol Club Barcelona, l'estratègia per crear una organització sense oficina ni compte bancari ha estat la de donar suport a la gent que, metafòricament pot jugar en qualsevol posició - migcampista, defensa o davanter- de manera que tothom fiqui gols. 

També creiem que fer coses per altres, amb un cor obert, és la millor manera de ser creatiu i, de gaudir de la vida, i per tant, posem el nostre cor i la nostra ànima en tot allò que fem.

No sempre tenim l'oportunitat de fer alguna cosa important en el món. Molts de nosaltres estem compromesos en la construcció d'un món millor, però és molt fàcil desanimar-se quan el dolor de la guerra, de la fam, de la violència, els problemes que nosaltres mateixos generem, se sumen o s'afegixen als esdeveniments que no podem canviar com els desastres naturals. Quan el terratrèmol d'Haití, part de la desesperació dels que volien ajudar va venir d’un sentiment d’impotència, de que som massa petits per fer res eficaç. Només les estrelles de cinema, o les grans fundacions poden ajudar a canviar la vida de les persones? Tots volem contribuir de manera concreta, perquè sabem que és el nostre deure com a éssers humans.


Per aquesta raó, com una forma de practicar el que prediquem, mentre treballàvem en la publicació d'aquest llibre, els membres de Escritorial ens vàrem unir a Teaming USA. Puc parlar per mi mateixa, com traductora en el projecte, del que em va succeir  quan em vaig unir. El fet de traduir del castellà a l’anglès la història de la filla del Jil, la Mònica, que va néixer amb hidrocefàlia, va ser una experiència emotiva. Treballar amb la nostra fotògrafa, la Cèlia Miralles, que va fer les fotos que anirien en la portada i contraportada del llibre, va ser també molt emotiu. Les imatges de la Mònica em vàrem motivar a ajudar a algú. Vaig llegir en la pàgina web de Teaming USA que és bo treballar per una causa en la que creus, propera al teu cor, i això va ser el que vaig fer. 

En primer lloc, vaig crear un grup Teaming per donar suport en la prevenció de suïcidis de nois i noies adolescents homosexuals, lesbianes i transexuals, que pertanyen a minories ètniques, i que no tenen a qui o a on acudir. Vaig fer la meva primera donació d'un dòlar al grup i vaig escriure un correu electrònic a tots els meus amics i coneguts a Facebook, Twitter i tumblr. I llavors, va succeir  una cosa màgica. Com havia estat asseguda davant l'ordinador tota la tarda, vaig respirar profundament i fer alguns estiraments, per poder tornar a treballar en el llibre. Però vaig sentir un benestar tan gran, que de sobte em vaig aixecar i vaig ballar. Em vaig trobar somrient i fent espirals a peu coix davant de l'ordinador. Aquesta petita donació ja havia tingut una influència positiva en la meva pròpia vida, i això que encara el llibre no estava acabat.

El Dalai Lama sovint parla de la compassió d'una manera que és plenament accessible a les persones que l’escolten en totes les parts del món: la nostra compassió cap a un sol individu irradia cap a l’exterior, i dóna forma a les nostres accions cap als altres. Irònicament, la ciència ha estat una de les millors aliades en la confirmació del valor de practicar la compassió com una forma de vida, i el Dalai Lama dóna suport a l'obra de la neurociència i de la psicologia que prova aquests beneficis. De fet, avui en dia, publicar llibres, formar un equip de futbol, o portar un missatge de pau i compassió per a tot el món, pot ser un tema molt tècnic. Però ajudar a una persona i sentir ganes de ballar no ho és. Aquesta és la raó per la qual Escritorial publica aquest llibre sobre Teaming. Una cosa tan simple ha començat a generar milions de micro donacions que estan canviant milers de vides. Per això volem presentar-te al Jil Van Eyle i explicar-te la història de Teaming.”

Mariana Romo-Carmona, Escritorial Press - New York Barcelona
Nueva York, 7 de Agost de 2012

"Monica's Dream", títol de l'obra escrita en anglès. Pots adquirir-la en la següent adreça:


jueves, 9 de febrero de 2012

LA CIUDAD DE LA INSÓLITA GRAVEDAD Y LA GEOMETRÍA CURVA





  
En esta ocasión incluimos una mirada de Barcelona, desde fuera, escrita por la escritora Lola Buendía,   licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Granada,  dirige la revista cultural y artística Terral  http://www.revistaterral.com/.

Actualmente reside en Benalmádena (Málaga).  Su primera novela, Los Valles olvidados, mereció el accésit del XVIII Premio Anual de Literatura, en 2008. Ha colaborado en varias publicaciones con relatos de viajes y artículos de opinión. Tiene varios libros de relatos publicados con otros autores, algunos de ellos premiados en distintos certámenes.



BARCELONA: LA CIUDAD DE LA INSÓLITA GRAVEDAD Y 
LA GEOMETRÍA CURVA

Castellano: Lola BuendíaFotos: Celia Miralles
 
He regresado a Barcelona después de muchos años, con un breve paréntesis para asistir a unas jornadas poéticas en 2010, Vilapoética, en las que aproveché unas horas recorriendo su barrio gótico mientras hacía tiempo para la salida de mi vuelo a Málaga. Como digo, he vuelto a la ciudad de la geometría curva y las columnas que desafían la gravedad, sin un motivo especial. Dice Baudelaire que “Los verdaderos viajeros son aquellos que parten por partir”.

Me instalé en un hostal de La Rambla, cerca de La Boquería. El sol salía a la derecha de mi balcón, y por encima de mi cabeza se alzaban las inquietantes gárgolas del edificio contiguo, que por la noche parecían tomar vida para adueñarse de los extraños inquilinos que osaran perturbar su silencio. Por si acaso, siempre cerraba el balcón cuando me iba a dormir.

Mi primera visita fue al mercado de La Boquería. A pesar de la temprana hora, ya había muchos turistas con su cámara enfocando los deslumbrantes colores de las frutas, que se abrían lujuriosas a los ojos y al olfato, incitando al paladar, y reclamaban una de aquellas tarrinas primorosamente preparadas con frutas exóticas traídas de los más variados países. Luego me detenía en los puestos de bombones, colocados en receptáculos ascendentes para que todos gozaran de la misma oportunidad al comprador: chocolate blanco, negro, de color cacao; con variedad de formas, delicias rematadas por sombrerillos de frutos secos, provocando al paladar … y las pinzas por aquí y por allá tanteando cuál me llevaría al cartucho … Vasos de zumos dignos de la paleta de un pintor o del objetivo de un fotógrafo. Gentes moviéndose de un puesto a otro, deteniéndose para apuntar algún nombre desconocido, hacer una instantánea o, simplemente, mirar. Un mercado abierto desde las 8 de la mañana a 8 de la tarde; con la paciencia de sus vendedores aguantando el torrente turístico.

Solía comprar una tarrina de fruta: 2 o 3 euros, según tamaño y variedad.  La degustaba sentada al filo de mi cama mirando al bulevar. Enfrente se colocaba una estatua viviente de un senador romano, vestido con toga. A los turistas que se hacían una foto con él, el senador les colocabas una corona de laurel dorado en la cabeza. A lo largo del paseo de La Rambla hay más estatuas vivientes: la del hombre bicicleta con la niña-esqueleto, frente al Liceo, que pedalean cuando se les echa una moneda, Cleopatras  aguardando a su Marco Antonio, toreros en paro, esqueletos boxeadores, ángeles femeninos, duendes, monstruos inquietantes, cortesanas escapadas de la guillotina … Más abajo, en dirección a la estatua de Colón se encuentran los pintores y caricaturistas, que se quejan de la crisis, y soportan mucho frío.

Pero como no hay ciudad que pueda prescindir del turista, a lo largo del bulevar hay muchos kioscos con miles de souvenires: reproducciones en miniatura de las obras de artistas que han dejado impronta en la ciudad, Miró, Gaudí, Picasso …, asequibles en precio y tamaño para que entren en la maleta.

 En La Rambla he vivido durante unos pocos días. Ella ha sido testigo de mis paseos solitarios, donde mis ojos se han cruzado con ojos de rostros de muchos países, he escuchado lenguas que no conocía salvo por la cadencia, y me he dejado llevar por la riada humana que intenta sobrevivir el día a día como en cualquier lugar de la tierra. No me he sentido extraña, salvo conmigo misma, en ocasiones. He visitado los barrios emblemáticos de Barcelona, que me recomendó Merche, mi amiga catalana-neoyorkina, tan acertadamente: El Borne, El Gótico, con sus callejuelas antiguas, cargadas de historia, remozadas por multitud de tiendas, cafeterías, charcuterías … Placitas acogedoras y catedrales cuyas piedras han sido testigos de importantes y solemnes acontecimientos.

 - Perdón ¿por dónde se va a la Plaza de Cataluña?

 -Todo recto, señorasiga todo recto, era la amable respuesta de la gente a la que preguntaba.

Y otro día un hueco para recorrer la Barceloneta, el barrio de pescadores que me recordó a los de Nápoles, con sus callejuelas colgadas de ropa, como abanderando la ciudad, sus casas aún conservan el ocre desvaído de sus fachadas, algunas muy viejas, pero que llevan su vejez con dignidad. Todo el barrio tiene una unidad arquitectónica que afortunadamente no ha sido alterada, y que debe ser respetada.

Desemboqué en la playa de la Barceloneta, donde me senté frente al mar, de un azul luminoso y tranquilo, que se resistía al invierno de Enero. Por el paseo marítimo, algunos ancianos paseaban su nostalgia, quizás de pescadores, y otros más jóvenes, con prendas deportivas, corrían al ritmo de sus auriculares. Me senté en un bar a tomar un café. Pensé que tenía aquella noche una cita con una amiga: Celia, la fotógrafa que capta con su cámara la belleza de los detalles que animan las cosas. También sabía que Celia recorre la ciudad en su Harley, a la que mima y abrillanta y de la que tengo una foto preciosa del espejo retrovisor. A Celia le gusta llamarse Life, así firma su blog y sus correos, así figura en el costado de su moto. Aún  no conocía de ella su amoroso carácter, su sonrisa serena, su apacible conversación. Después de un tiempo robado a su descanso, he compartido con ella los momentos más emotivos de mi viaje a Barcelona.

Ahora ya conozco el motivo de mi viaje

Lola Buendía
 http://bajomiolivo.blogspot.com/

ENGLISH
Translation: Ken Green
Pictures: Celia Miralles


On this occasion we include a look at Barcelona from outside, written by Lola Buendia. A graduate of the University of Granada in Philosophy and Arts, she directs the magazine of culture and arts, Terral http://www.revistaterral.com/


She presently resides in Benalmádena (Málaga). Her first novel, Los Valles Olvidados (The Forgotten Valleys) won second prize in the XVIII Premio Anual de Literatura in 2008. She has contributed travel stories and opinion articles to various publications, and several books she has had published with other authors have won competition prizes.

Barcelona: The City of Unusual Gravity and Curved Geometry


I have returned to Barcelona after many years, except for a brief visit in 2010 to attend Vilapoética; a few days of poetry after which I took advantage of some free hours to walk around the Gothic neighborhood while passing the time before my return flight to Málaga. As I said, I've returned to the city of curved geometry and columns that defy gravity, for no special reason. Baudelaire said that "The true travelers are those who go just to go".

I settled myself into a guest house on La Rambla, near the Boquería. The sun came from the right of my balcony, and above my head rose the disturbing gargoyles of the adjoining building which, at night, seemed to come to life in order to seize any tenants that dared disturb their silence. Just in case, I always closed the balcony when I went to sleep.



My first visit was to the Boquería market. In spite of the early hour, there were already lots of tourists with their cameras focused on the dazzling colors of the fruits that displayed themselves luxuriously for the eyes and nose, stimulating the palate and recalling one of those little cups neatly prepared with exotic fruits brought from the most exotic lands. Later, I paused at the chocolate stands, with their wares displayed in ascending racks so that everyone could enjoy the same opportunity to see them as the buyer: white, dark, cacao colored, in a variety of shapes; chocolate delights finished with caps of dried fruit to entice the senses... and my tongs darting back and forth evaluating which I could fit in the box... Glasses of juices worthy of a painter's palette or to be the subject of a photograph. People moving from one stall to another, pausing to point out some unfamiliar name, take a snapshot, or simply look. A market open from 8 in the morning to 8 in the evening with it's patient vendors enduring the torrent of tourists.

 
I bought a cup of fruit: 2 or 3 euros, according to the size and variety, and enjoyed it while seated on the edge of my bed, watching the boulevard. Across the street was a living statue of a Roman senator, dressed in a toga. He will place a crown of golden laurel on the head of any tourist who wishes to be photographed with him. Along the length of the Paseo de la Rambla are many living statues: the bicyclist with the skeleton child in front of the Liceo, who pedals when tossed a coin, Cleopatra guarding her Mark Antony, bullfighters on strike, boxing skeletons, feminine angels, goblins, disturbing monsters, courtesans escaped from the guillotine... Farther down, in the direction of the statue of Columbus, are found the painters and caricaturists who complain about the economic crisis and endure the cold.

But, since there is no city that can do without the tourist, along the boulevard are many kiosks with thousands of souvenirs: miniature reproductions of the works of artists that have left their mark on the city: Miró, Gaudí, Picasso... at affordable prices and in sizes that will fit into a suitcase. I've lived on la Rambla for a few days. It's been witness to my solitary walks, where my eyes have met the eyes of faces from many countries. I've listened to languages that I didn't know except by their rhythms and I was carried by the human flood that tries to survive, day by day as in any spot on Earth. I haven't felt an outsider except, on occasion, from myself. I've visited the emblematic neighborhoods of Barcelona that were so aptly recommended by Merche, my Catalan-New Yorker friend: El Borne, El Gótico, with it's old alleys, loaded with history, rejuvenated with a multitude of shops, cafés, delicatessens... Welcoming pleasures and cathedrals whose stones have witnessed important and solemn events.

"Pardon me. How can I get to the Plaza de Catalunya?"

"Straight ahead ma'am... continue straight ahead" was the amiable reply of those I asked.








 And on another day, a portal to the Barceloneta, the neighborhood of fishermen that reminded me of Naples, with it's alleys hung with clothing as if leading the city. It's houses even retain the discolored ochre of their facades, some very old, but they wear their age with dignity. The entire neighborhood has an architectural unity that, fortunately, hasn't been altered and that should be respected.



I came out onto the Barceloneta beach, where I sat facing the sea which was a luminous, tranquil blue that resisted the January winter. Along the seaside walk some elderly people strolled in their nostalgia, perhaps for fisherman, and others, younger, dressed in sportswear, ran to the rhythms in their headphones. I seated myself in a bar to have a coffee and thought of the plan I had to meet that night with a friend: Celia, the photographer who, with her camera, captures the beauty of the details that bring things to life. I also knew that Celia traveled the city on her Harley, which she pampers and polishes, and of whose rear-view mirror I have a beautiful photo. Celia likes to call herself Life . It's how she signs her blog and her correspondence and it appears on the side of her motorcycle. But I didn't know her warm character, her serene smile, her gentle conversation. In some time stolen from her rest, I shared with her the most moving moments of my visit to Barcelona.




 Now I know the reason for my trip.



Lola Buendía

 http://bajomiolivo.blogspot.com/






En aquesta ocasió incloíem una mirada de Barcelona, des de fora, escrita per l’escriptora Lola Buendía,  llicenciada en Filosofia i Lletres per la Universitat de Granada, i que dirigeix la revista cultural i artística Terral  http://www.revistaterral.com/.

Actualment resideix en Benalmádena (Málaga).  La seva primera novel·la, Los Valles olvidados, va merèixer l’accèssit del XVIII Premi Anual de Lliteratura, en el 2008. Ha col·laborat en diverses publicacions amb relats de viatges i articles d’opinió. Té diferents llibres de relats publicats amb altres autors, alguns d’ells, premiats en certàmens.  


BARCELONA: LA CIUTAT DE LA INSÒLITA GRAVETAT I LA GEOMETRIA CORBA
 
Català
Traducció i fotografies: Cèlia Miralles
 
 
He regressat a Barcelona després de molts anys, amb un breu parèntesi per a assistir a unes jornades poètiques en el 2010, Vilapoètica, en les quals vaig aprofitar unes hores recorrent el seu barri gòtic mentre feia temps per a la sortida del meu vol a Màlaga. Com dic, he tornat a la ciutat de la geometria corba i les columnes que desafien la gravetat, sense un motiu especial. Diu en Baudelaire que “Els veritables viatgers són aquells que parteixen per partir”
 
Em vaig instal·lar en un hostal de La Rambla, a prop de La Boqueria. El sol sortia a la dreta de la meva balconada, i per sobre del meu cap s'alçaven les inquietants gàrgoles de l'edifici contigu, que per la nit semblaven prendre vida per a ensenyorir-se dels estranys inquilins que gosessin pertorbar el seu silenci. Si de cas, sempre tancava la balconada quan m'anava a dormir.

La meva primera visita va ser al mercat de La Boqueria. A pesar de la primerenca hora, ja havia molts turistes amb la seva càmera enfocant els enlluernadors colors de les fruites, que s'obrien luxurioses als ulls i a l'olfacte, incitant al paladar i reclamava un d'aquells recipients primorosament preparats amb fruites exòtiques portades dels més variats països. Després em detenia en les parades dels bombons, col·locats en uns tubs ascendents perquè tots gaudissin de la mateixa oportunitat al comprador: xocolata blanca, negre, de color cacau; amb varietat de formes, delícies rematades per barrets de fruits secs, provocant al paladar…i les pinces per aquí i per allà temptejant quin em duria a la paperina … Gots de sucs dignes de la taujana d'un pintor o de l'objectiu d'un fotògraf. Gent movent-se d'un lloc a un altre, detenint-se per a anotar  algun nom desconegut, fer una instantània o, simplement, mirar. Un mercat obert des de les 8 del matí a 8 del vespre; amb la paciència dels seus venedors aguantant el torrent turístic.

Acostumava a comprar un recipient de fruita: 2 o 3 euros, segons la seva grandària i varietat. La degustava asseguda al caient del meu llit mirant al bulevar. Davant es col·locava una estàtua vivent d'un senador romà, vestit amb toga. Als turistes que es feien una foto amb ell, el senador els col·locaves una corona de llorer daurat en el cap. Al llarg del passeig de La Rambla hi ha més estàtues vivents: la de l'home bicicleta amb la nena-esquelet, enfront del Liceu, que pedalejen quan se'ls tira una moneda, Cleopatres esperant al seu Marc Antonio, toreros en atur, esquelets boxadors, àngels femenins, follets, monstres inquietants, cortesanes escapades de la guillotina… Més abaix, en direcció a l'estàtua de Colón es troben els pintors i caricaturistes, que es queixen de la crisi, i suporten molt fred.

Però com no hi ha ciutat que pugui prescindir del turista, al llarg del bulevar hi ha molts quioscos amb milers de souvenires: reproduccions en miniatura de les obres d'artistes que han deixat empremta en la ciutat, Miró, Gaudí, Picasso…, assequibles en preu i grandària per a que càpiguen en la maleta.

En La Rambla he viscut durant uns pocs dies. Ella ha estat testimoni dels meus passejos solitaris, on els meus ulls s'han creuat amb ulls de rostres de molts països, he escoltat llengües que no coneixia excepte per la seva cadència, i m'he deixat dur per la riuada humana que intenta sobreviure el dia a dia com en qualsevol lloc de la terra. No m'he sentit estranya, excepte amb mi mateixa, en ocasions. He visitat els barris emblemàtics de Barcelona, que em va recomanar Merche, la meva amiga catalana-neoyorkina, tan encertadament: el Born, el Gòtic, amb els seus carrerons antics, carregats d'història, adornades per multitud de botigues, cafeteries, xarcuteriesPlacetes acollidores i catedrals, les pedres de les quals han estat testimonis d'importants i solemnes esdeveniments.

 - Perdó, per on puc anar a la Plaça de Catalunya?

 -Tot recte, senyora … segueixi tot recte, era l'amable resposta de la gent a la qual preguntava. 

I un altre dia, un forat per a recórrer la Barceloneta, el barri dels pescadors que em va recordar als de Nàpols, amb els seus carrerons penjats de roba, com abanderant la ciutat, les seves cases encara conserven l’ocre pàl·lid de les seves façanes, algunes molt velles, però que duen la seva vellesa amb dignitat. Tot el barri té una unitat arquitectònica que afortunadament no ha estat alterada, i que ha de ser respectada.

Vaig desembocar en la platja de la Barceloneta, on vaig asseure enfront del mar, d'un blau lluminós i tranquil, que es resistia a l'hivern de gener. Pel passeig marítim, alguns ancians passejaven la seva nostàlgia, potser de pescadors, i altres més joves, amb peces esportives, corrien al ritme dels seus auriculars. Em vaig asseure en un bar a prendre un cafè. Vaig pensar que aquella nit tenia una cita amb una amiga: la Cèlia, la fotògrafa que capta amb la seva càmera la bellesa dels detalls que animen les coses. També sabia que la Cèlia recorre la ciutat en la seva Harley, a la qual acarona i abrillanta i de la qual tinc una foto preciosa del seu retrovisor. A la Cèlia li agrada dir-se Life, així signa el seu blog i els seus correus, així figura en el costat de la seva moto. Encara no coneixia d'ella el seu amorós caràcter, el seu somriure serè, la seva afable conversa. Després d'un temps robat al seu descans, he compartit amb ella els moments més emotius del meu viatge a Barcelona.

Ara ja conec el motiu del meu viatge.

Lola Buendía
 http://bajomiolivo.blogspot.com/