Punto de partida - Meeting Place - Punt de partida

Punto de partida -  Meeting Place - Punt de partida

sábado, 11 de junio de 2011


BARCELONA, ANTES, DURANTE Y DESPUÉS DE LA FINAL DE LA COPA DE EUROPA DEL BARÇA Y RECIENTEMENTE LA SUPERCOPA

Felicidades Bar
ça

Castellano
Fotos: Celia Miralles
Texto: Mercedes Salvador

¿Qué tiene el Barça que enamora?

¿Qué tiene el Barça que hipnotiza?

Con esta entrada queremos por supuesto hablar de Barcelona, pero también  queremos alargar un poco el hablar de la pasión que causó el Barça en la final de la copa de Europa y ahora m as recientemente con la Supercopa frente al Madrid. (Esto me recuerda cuando me saqué un máster en escritura creativa en Goddard College en Vermont y me vinieron a ver mi madre y mi hermano al discurso final de graduación. Me felicitaron y se pusieron a hablar de sus cosas. Yo les dije: - Oye, que aquí hay que hablar de mi discurso durante todos los días que estáis por aquí, no sólo un minuto y como si no hubiera existido, por lo menos un día por cada año de trabajo. Se quedaron perplejos, pero con el tiempo lo han utilizado en beneficio propio. Así  que la celebración por la copa de Europa ha de durar un poco más, sino no vale).

El Barça volvió a convencernos de que sus jugadores son unos magos del balón (ya lo estábamos pero nos hacía falta confirmarlo ante el Manchester), de que su estrategia es la mejor y de que son todos jugadores, tanto en defensa con Piqué, Pujol, Alves, Milito, Maxwell, Fontás o Abidal, en la media, con Xavi, Iniesta, Mascherano, Keita, Busquets, Adriano o Affellay, o la delantera con Bojan, Pedro, Villa y Messi y en la portería con Valdés, con estrella propia que no deja de brillar. El Barça se paseó por el campo, una vez más, imponiendo su juego  y sin dar oportunidades al Manchester United de desplegar el suyo, con un sistema infalible: tenían la pelota porque la estaban jugando o recuperando.

Nadie esperaba que de la escuela del Barça salieran tan buenos jugadores, con una técnica tan brillante y tan elaborada, pero es que el Barca lo ha hecho bien de verdad. Primero gracias a la visión del fútbol de Johan Cruyff y luego con la aportación personal de Pep Guardiola al juego, el sistema holandés se ha convertido en el más brillante de la historia.

Pero volviendo a la esencia de lo que queremos contar aquí: ¿qué pasó en Barcelona mientras el Barça jugaba en Inglaterra?

Antes del partido hubo una actividad frenética. Las banderas azulgranas salieron a la calle y los gestos de esperanza de los seguidores se reflejaron en los rostros entusiasmados y en los símbolos pintados en el rostro, en forma de paraguas, camisetas  o gorros. En el arco de Triunfo, el Ayuntamiento colocó una pantalla gigante a la que fueron añadiéndose más y más seguidores.

Durante el partido, las calles se quedaron mudas y solitarias, excepto por unos cuantos gritos aislados de –ahhh, casi, venga venga Messi, si señor….-.  Los semáforos siguieron cumpliendo con su cometido de dejar pasar a transeúntes y vehículos fantasmas, sin percatarse de que los coches se habían marchado al retiro y los transeúntes estaban con la cara pegada al televisor. La animación estaba concentrada en algunos bares con TV.

El resto era una ciudad desierta, sin niños jugando en los parques ni bañistas en las playas. Una ciudad sin gente, ni ruido y casi sin ambulancias porque parece que hay menos ataques al corazón cuando juega el Barça. Una ciudad dejada de lado para perseguir a una pelota. Según como se mire, el tema tiene tela, pero hay que tener en cuenta quién le estaba dando patadas a la pelota. No eran unas patadas cualquiera.

Lo único que alteró el silencio fueron los goles: el de Pedro que se merecía marcar, el de Villa porque llevaba una sequía preocupante, y sobre todo, sobre todo, el de Messi… Ah Messi… Todos de una forma u otra queremos que meta goles, que siga triunfando, que siga con esa genialidad que rebosa de sus botas, porque gracias a él y al entrenador Pep Guardiola con cada partido ganado, todos nos sentimos un poco héroes.


BARCELONA BEFORE, DURING, AND AFTER THE FINAL OF THE EUROPEAN CUP 

English
Translation: Ken Green 
Pictures: Celia Miralles
Text: Mercedes Salvador

Barcelona Before, during, and after the Final of the European Cup

What does Barça have that captivates?

What does Barça have that hypnotizes?

With this entry we wish to speak of Barcelona (of course), but also to expand a bit on all of the passion that Barça evoked in the final for the European Cup. It brings to mind a memory from when I earned my Master of Creative Writing at Goddard College in Vermont and my mother and brother came to see my graduation speech.  They congratulated me, then began to talk of their own affairs.  I told them, "Listen, while you're here you must speak of my achievement every day, not only for a minute and as if it didn't really exist, but for at least one day for each of my years of work." They were perplexed, but with time they've come to understand.  And in like manner, the celebration of the European Cup must be prolonged a little.

Barça convinced us that its players are magicians of the soccer ball (we were already convinced but lacked proof against Manchester), that its strategy is the best and that they are complete players, as much in defense with Piqué, Pujol, Alves, Milito, Maxwell, Fontás or Abidal, as in the middle with Xavi, Iniesta, Mascherano, Keita, Busquets, Adriano or Affellay or up front with Bojan, Pedro, Villa y Messi or the gol keeper Valdés. They have their own star that never fails to shine. Barça took to the field one more time, imposing their own game, never giving Manchester a chance to unfold theirs, with an infallible system: they had the ball because they were playing it or recovering it.

Nobody expected that the Barça school would turn out such good players, with such brilliant and elaborate technique, but they've truly done well.  Thanks first to Johan Cruyff's vision of soccer and later to Pep Guardiola's personal contribution to the game, the Dutch system has been transformed into the best in history. 

But, returning to the essence of what we wish to discuss here, what was going on in Barcelona while Barça played in England?  Before the game, there was frantic activity.  The blue and scarlet banners were taken into the streets and the hopeful gestures of the fans were reflected in their faces painted with team insignias to match those on their t-shirts, caps and umbrellas. On the Arco de Triunfo, the municipality mounted a giant screen, around which clustered more and more fans.



During the game, the streets became silent and lonely, except for a few isolated shouts of "aaaah", "almost!", "go Messi, go!" and "yes sir...".  The traffic lights continued their mission of regulating the passage of pedestrians and the ghosts of vehicles, without noticing that the cars had all slipped away and the pedestrians had their faces glued to the television.  All activity was concentrated in those bars with a TV.

The rest of the city was deserted, without children playing in the parks or bathers on the beaches. A city without people or noise and almost without ambulances, for it seems there are fewer heart attacks when Barça is playing.  A city cast aside in the pursuit of a ball.  As you see, this is a wide-reaching subject, but you must take into account just who was kicking the ball.  These weren't just any feet.
The only thing to break the silence were the goals: Pedro's deserved notice, Villa's because it broke a worrisome drought and above all, above all, Messi's ... Ah Messi... Everyone, in one way or another, wants him to score goals, to triumph, to do so with that genius that bursts from his shoes, because, thanks to him and to coach Pep Guardiola (the architect of it all), with each match won, we all feel a bit heroic.



BARCELONA ABANS, DURANT, I DESPRÉS DE LA FINAL DE LA COPA D'EUROPA DEL BARÇA 

Català
Fotos i traducció: Cèlia Miralles
Text: Mercedes Salvador

Què té el Barça que enamora?

 Què té el Barça que hipnotitza?

Amb aquesta entrada volem, per descomptat, parlar de Barcelona, ​​però també volem allargar una mica el parlar de la passió que va causar el Barça a la final de la copa d'Europa. (Això em recorda quan em vaig treure un màster en escriptura creativa al Goddard College a Vermont i em van venir a veure la meva mare i el meu germà al discurs final. Em van felicitar i es van posar a parlar de les seves coses. Jo els vaig dir: - Escolteu, que aquí hem de parlar del meu discurs durant tots els dies que esteu per aquí, no només un minut i com si no hagués existit, almenys un dia per cada any de treball. Es van quedar perplexos, però amb el temps l'han utilitzat en benefici propi. Així que la celebració per la copa d'Europa ha de durar una mica més, sinó no val).

El Barça va tornar a convèncer-nos que els seus jugadors són uns mags de la pilota (ja n’estàvem però ens feia falta confirmar-ho contra el Manchester), de que la seva estratègia és la millor i que són tots jugadors, tant en defensa amb Piqué, Pujol, Alves, Milito, Maxwell, Fontàs o Abidal, a la mitjana, amb Xavi, Iniesta, Mascherano, Keita, Busquets, Adriano o Affellay, o la davantera amb Bojan, Pedro, Vila i Messi o el porter Valdés, amb estrella pròpia que no deixa de brillar. El Barça es va passejar pel camp, una vegada més, imposant el seu joc i sense donar oportunitats al Manchester United de desplegar el seu, amb un sistema infalible: tenien la pilota perquè l'estaven jugant o recuperant.

Ningú esperava que de l'escola del Barça sortissin tan bons jugadors, amb una tècnica tan brillant i tan elaborada, però és que el Barça ho ha fet bé de veritat. Primer gràcies a la visió del futbol de Johan Cruyff i després amb l'aportació personal de Pep Guardiola al joc, el sistema holandès s'ha convertit en el més brillant de la història. Però tornant a l'essència del que volem explicar aquí: què va passar a Barcelona mentre el Barça jugava a Anglaterra?


Abans del partit hi va haver una activitat frenètica. Les banderes blaugranes van sortir al carrer i els gestos d'esperança dels seguidors es van reflectir en els rostres entusiasmats i en els símbols pintats o en forma de paraigües, samarretes o gorres. En l'arc de Triomf, l'Ajuntament va col·locar una pantalla gegant a la qual es van afegir més i més seguidors.

 Durant el partit, els carrers es van quedar mudes i solitàries, excepte per uns quants crits aïllats de -ahhh, gairebé, vinga vinga Messi, si senyor ... .-. Els semàfors seguir complint amb la seva comesa de deixar passar a vianants i vehicles fantasmes, sense adonar-se que els cotxes s'havien marxat al retir i els transeünts estaven amb la cara enganxada al televisor. L'animació estava concentrada en alguns bars amb TV.



La resta era una ciutat deserta, sense nens jugant als parcs ni banyistes a les platges. Una ciutat sense gent, ni soroll i gairebé sense ambulàncies perquè sembla que hi ha menys atacs al cor quan juga el Barça. Una ciutat deixada de banda per perseguir una pilota. Segons com es miri, el tema té tela, però cal tenir en compte qui li estava donant puntades de peu a la pilota. No eren unes puntades qualsevol.

L'única cosa que va alterar el silenci van ser els gols: el del Pedro que es mereixia marcar, el de Villa perquè portava una sequera preocupant, i sobretot, sobretot, el de Messi ... Ah Messi ... Tots d'una manera o altra volem que fiqui gols, que segueixi triomfant, que segueixi amb aquesta genialitat que desborda de les seves botes, perquè gràcies a ell i a l'entrenador Pep Guardiola amb cada partit guanyat, tots ens sentim una mica herois.